sábado, 30 de noviembre de 2013

¿Es inevitable que las personas con trastorno mental se mueran antes?



Ayer, 29 de noviembre, participé en un homenaje a la Presidenta de Honor de la Asociación Talaverana de Amigos, Familiares y Personas con enfermedad mental.

Argimira González Cañizares, una gran mujer, luchadora, simpática, inteligente y generosa, recibió el cariño de sus paisanos y de todas las personas que trabajan en Salud Mental, por su dedicación a esta tarea durante más de 20 años.

En esos años se han logrado importantes avances. En Talavera se cuenta con servicios sanitarios y sociales bien desarrollados, al mismo nivel que en otras regiones de España o de Europa. Sin embargo, queda mucho por hacer. La misma Argimira, en sus palabras de agradecimiento, recordó que los servicios de Salud Mental “han sido siempre la Cenicienta de la sanidad”. Y es bien cierto, como lo muestra la enorme diferencia de Esperanza de Vida en las personas que padecen trastorno mental severo en comparación con la población general: diez años menos. Una brecha inaceptable.

La reciente publicación de la OECD, “Health at a Glance 2013: OECD indicators”, dedica un apartado a estudiar el exceso de mortalidad en las personas que padecen un trastorno mental y confirma esta diferencia. La “mortalidad excesiva” en personas que padecen trastornos mentales es entre 2,1 y 8,8 veces mayor que la de la población general, según los países.

Las razones de esta desigualdad son varias. Entre otras, un menor acceso a los servicios de salud, por dificultad de percibir su problema de salud, o dificultad de expresar la demanda, o de ser atendido. También existe un mayor riesgo de muerte por suicidio y la mayor presencia de factores de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias, o el sedentarismo. Otro factor a controlar son los efectos secundarios de la medicación. Y, sin duda, el estigma y la exclusion social disminuyen los apoyos y la accesibilidad a los servicios. Sobre todas estas causas se puede actuar para evitar ese riesgo mayor de mortalidad.

Si los sistemas sanitarios tienen como uno de sus principios la Equidad, es decir, tratar a las personas en función de la necesidad, parece evidente que las personas que padecen un trastorno mental deberían contar con más apoyo, con más recursos en proporción a su mayor necesidad, con programas orienados a prevenir los riesgos excesivos para la salud. Esta brecha en mayor mortalidad es inaceptable. Por eso son inaceptables los recortes de recursos sociales y sanitarios en la atención a personas que padecen un trastorno mental que se están aplicando en España y en otros países de Europa. Precisamente en tiempo de crisis pueden aumentar los problemas mentales. Y precisamente en este tiempo es más importante reforzar los programas de salud mental, los centros de rehabilitación, los programas de integración socio laboral, la atención psicológica, el apoyo a las familias y los programas de prevención y promoción de la salud mental. Por eso es inaceptable la disminución del tiempo de atención personal y el aumento de las listas de espera. Como es inaceptable el proyecto de reforma del Código Penal que vuelve a introducir el concepto de Peligrosidad en relación con las personas que sufren trastorno mental.

En los últimos 25 años, en España y en Europa se había avanzado mucho en Salud Mental. Pero la vida es avance y retroceso, y por eso se necesitan muchas Argimiras para seguir defendiendo permanentemente los derechos de todas las personas y la equidad en la atención sanitaria. Todos tenemos derecho a las mismas oportunidades de vivir. No es inevitable que las personas con trastorno mental vivan peor y deban morir antes.

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